Bioparc Valencia recibe un grupo de bongo oriental, una especie en peligro crítico de extinción.
Se estima que 150 especies se extinguen cada día, una cada 10 minutos. Muchas de ellas posiblemente desaparecen antes de que conozcamos su existencia. La pérdida de biodiversidad es una de las mayores tragedias a las que nos enfrentamos y es un verdadero desafío detener esta situación. Los Bioparc son “parques de vida” cuyo objetivo fundamental es conservar la naturaleza. Y parte de esta labor se dirige a salvar de la extinción a las especies amenazadas.
El bongo oriental (Tragelaphus euryceros isaaci) es un bello antílope de los bosques africanos que se encuentra en peligro crítico según la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Su delicada situación motivó la movilización internacional para garantizar su supervivencia y para ello es fundamental el programa europeo de reproducción en cautividad (EEP) en el que participa de forma relevante Bioparc Valencia.
Desde 2013 en el parque valenciano han nacido 4 preciosas crías que han sido trasladadas a otros centros para crear nuevos grupos. Ahora el parque intensifica su función con la nueva estrategia de albergar a un grupo machos, para lo que ha recibido 4 bongos que forman un núcleo familiar, pues son el padre y su joven descendencia, de entre uno y dos años. Procedentes del Zoo de Frankfurt (Alemania), ya pueden contemplarse en el característico recinto multiespecie de la zona que recrea el bosque ecuatorial africano.
Según los últimos datos, la población en la naturaleza sería de unos 70-80 individuos, con el agravante de que se encuentran en cuatro poblaciones aisladas de Kenia. Unas cifras que lo situarían por debajo del umbral de supervivencia. La caza, por su carne y también por la exótica piel y hermosa cornamenta, así como la destrucción de su hábitat, son sus principales amenazas. En este sentido, paralelamente a la conservación exsitu con la cría en los parques, la labor se dirige a resolver estos problemas para detener su declive y recuperar su espacio hasta conseguir un entorno apropiado para poder reintroducir nuevos animales.
El bongo oriental es la subespecie en mayor peligro de extinción de todas las que acoge Bioparc Valencia. Para todo el equipo de profesionales del parque velar por el máximo bienestar es, en este caso, todavía más importante al saber que cada uno de estos animales supone una esperanza para evitar la extinción de este desconocido y majestuoso antílope.