Los cuidadores de Bioparc Valencia salvan a la cría de una gacela dentro del programa internacional para su conservación. La gacela de Thomson está incluida en la lista roja de especies en peligro de extinción y el parque valenciano colabora en su preservación. El equipo técnico ha tenido que intervenir para evitar la muerte del recién nacido y lo está criando “a mano” con biberones. Hoy se celebra el Día de la Tierra, una efeméride que nos recuerda la importancia de cuidar nuestro entorno.
Cada 22 de abril se conmemora el Día de la Madre Tierra y este año la Organización para las Naciones Unidas (ONU) ha hecho hincapié en la necesidad de incorporar un modelo de desarrollo sostenible para las personas y el planeta. En este sentido, uno de los objetivos de Bioparc es la conservación de la biodiversidad y gran parte de este trabajo se realiza en el propio parque, con la participación en 45 programas europeos de reproducción de especies amenazadas.
Hace unos días nació una preciosa gacela Thomson fruto de esta colaboración internacional pero, en esta ocasión, pese a haber criado anteriormente, la madre no la atendió correctamente. Siguiendo el protocolo habitual ante un nuevo parto, el seguimiento de las primeras horas es fundamental y se observó que la crianza no se estaba llevando a cabo. Tras realizar las comprobaciones necesarias, se confirmó que el recién nacido no había mamado y se activó de inmediato la crianza “a mano” para salvarlo.
La gacela de Thomson (Eudorcas thomsonii) está incluida en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Además, por su peligro de extinción, se creó un programa europeo de conservación con el fin de garantizar su supervivencia. Bioparc Valencia participa activamente en este proyecto con el grupo formado por un macho y cinco hembras adultas con su actual prole, dos crías del pasado año y el nuevo chivito que es un macho. Dentro de estos esfuerzos por su preservación, cada nueva vida es motivo de esperanza y requiere la máxima atención para asegurar su bienestar, pues se trata de una especie de gacela muy delicada.
Aunque el equipo técnico de Bioparc tiene amplia experiencia en los cuidados a los recién nacidos, cada cría es un nuevo reto. La operativa de alimentación mediante biberón es especialmente dificultosa en esta especie pues su estrategia de supervivencia es permanecer escondidos de sus depredadores en matorrales, lo que implica que no desarrollan apego al cuidador ni acuden al biberón.
Los primeros días se nutrió con calostro que aporta inmunidad y, posteriormente, las cinco tomas diarias de biberón se preparan con una mezcla de leches fresca de vaca y evaporada. Tras la revisión diaria de peso de la cría, se determina la cantidad de alimento para mantener el adecuado crecimiento. Una parte primordial es favorecer su instinto natural y para ello sus cuidadores le estimulan para que orine y defeque, tal y como lo haría su madre. Igualmente, durante varias semanas permanecerá en los recintos interiores acompañado por su progenitora y otra hembra para habituarse al comportamiento de su especie y que esté integrado en el rebaño.
Una vez concluida la primera fase de su crianza, entre 30 y 45 días, pasará al recinto exterior que recrea la Sabana. Una zona multiespecie de especial belleza en Bioparc donde las gacelas Thomson conviven con jirafas (Giraffa camelopardalis rothschildi); otros antílopes como impalas (Aepyceros melampus), kobos (Kobus ellipsiprymnus) y blesboks (Damaliscus pygargus phillipsi); diversas especies de anátidas; Ibis Sagrado (Threskiornis aethiopicus) y llamativos Jabirús africanos (Ephippiorhynchus senegalensis).