Bioparc: protección de especies amenazadas. Los Bioparc reivindican la protección de dos de las especies más amenazadas por la acción humana.
Dos ámbitos, el acuático y el terrestre, dos especies emblemáticas en peligro de extinción, tiburones y chimpancés, y un “depredador” común, la especie humana. Los Bioparc de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón unidos por la labor de la Fundación apelan al compromiso social para el cuidado de la naturaleza y la preservación de la biodiversidad, pues solo con la acción global de las personas podremos lograrlo.
Valencia, 12 de julio de 2024.- Cada año se capturan más de 100 millones de tiburones en todo el mundo y la población de chimpancés ha pasado de un millón a poco más de 150.000 individuos en un siglo. Las cifras, los datos o las estimaciones nos permiten dar luz y contextualizar una realidad que generalmente no conocemos o preferimos no ver. Una valiosa información fruto del inmenso trabajo de personas que durante décadas han hecho de la protección de la naturaleza su modo de vida y que, con sus investigaciones científicas, han acercado el conocimiento del mundo animal. Uno de los mejores ejemplos en este sentido es Jane Goodall quien hoy hace 64 años llegaba al actualmente conocido como Parque Nacional de Gombe (Tanzania) para iniciar sus estudios sobre los chimpancés. La importancia de sus descubrimientos es tal que, para conmemorarlo, esta fecha se designó como el Día Mundial del Chimpancé.
Para los Bioparc esta celebración es muy especial y permite poner en valor la colaboración de la Fundación Bioparc con el Instituto Jane Goodall España para la reforestación y protección del hábitat de los chimpancés en Senegal y la relevante actuación de los parques de Fuengirola y Valencia en la conservación del Chimpancé Occidental (Pan troglodytes verus), subespecie en peligro crítico de extinción y la única con un programa europeo de especies amenazadas (EEP) en el que participan activamente. La preocupación de los Bioparc por los chimpancés viene de lejos y ha originado emotivas historias que muestran parte del maltrato al que hemos sometido a esta especie con la que compartimos prácticamente la totalidad de nuestro ADN. La primera cuando en 1999, tras años de ser utilizada como atracción turística, Julieta fue rescatada por el Seprona y acogida en Bioparc Fuengirola donde se le ofreció el máximo bienestar para finalmente integrarse en un grupo de sus congéneres. Después llegó la historia de Kika, raptada en la selva y explotada como reclamo en un circo, también fue salvada e incorporada a la familia de chimpancés del parque malagueño. La última, es esfuerzo de los dos Bioparc hasta conseguir un final feliz para el pequeño Djibril. El horroroso pasado de su madre Kika que no pudo aprender a “criar”, le impidió saber cómo cuidar a Djibril tras el parto. La eficaz coordinación del equipo técnico permitió que fuera “adoptado” por Eva, una de las hembras de Valencia. El pasado abril cumplió 5 años y ahora cuenta con la mejor compañera de juegos, su “hermana” Cala, de 5 meses.
Asimismo, el 14 de julio se celebra el Día Internacional de Concienciación por el Tiburón, uno de los animales “malditos” y que causa “terror” en la población. La realidad es que son los tiburones los que deberían huir despavoridos ante los humanos. Habitan la Tierra desde hace más de 400 millones de años y actualmente existen más de 500 especies, cada una con características únicas y un rol fundamental en los ecosistemas marinos. Bioparc Acuario de Gijón alberga una amplia variedad como el tiburón toro (Carcharias Taurus), gris (Carcharhinus plumbeus), musola (Mustelus mustelus), cebra (Stegostoma fasciatum), bambú (Chiloscyllium punctatum), guitarra (Rhinobatos rhinobatos) o pintarroja (Scyliorhinus canicula) y efemérides como ésta quiere llamar la atención sobre su relevancia para mantener el equilibrio natural, así como de los peligros a los que se enfrentan.
La pesca de tiburones para obtener sus aletas y su carne es una práctica común en muchos países. La degradación del hábitat es otra horrible amenaza; desde la destrucción de los arrecifes de coral de los que depende su sustento y refugio, a la contaminación con plásticos y otros desechos que les afecta al confundirlos con alimentos e ingerirlos. En definitiva, la presión de la actividad humana los está llevando al borde del colapso, por lo que necesitamos actuar con urgencia para frenar esta tendencia y asegurar su futuro y el nuestro. Todo esto, de hecho, se puede aprender en la exposición “Tiburones”, organizada por el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, y que el Bioparc Acuario de Gijón ofrece a sus visitantes hasta el 30 de septiembre.
Una vez más, estas conmemoraciones permiten poner el foco de atención sobre problemas reales y profundizar en el objetivo de los Bioparc de trasladar la belleza de la naturaleza salvaje para concienciar y provocar un cambio de actitud en la sociedad hacia el compromiso en la conservación del medioambiente.