Bioparc Valencia despide el verano con el nacimiento de un blesbok. El último parto del año de este antílope completa el ciclo del rebaño con cuatro crías y consolida a Bioparc en el programa para su conservación. Esta poco conocida especie fue masacrada en el siglo XIX hasta casi su extinción y hoy es ejemplo de un exitoso proceso de recuperación.
Los últimos días de verano han seguido dando alegrías a todo el equipo de Bioparc. Un nuevo nacimiento, en este caso un blesbok, ha traído nueva vida a uno de los espacios más admirados del parque valenciano, la zona que recrea la sabana en la estación de lluvias. El parto tuvo lugar la madrugada del día 20 y desde entonces el equipo técnico ha decidido que madre y cría, acompañadas de otra hembra y su cría de hace unos meses, permanezcan en una zona acotada del recinto exterior. El objetivo es garantizar su bienestar y que la crianza siga desarrollándose con normalidad, asegurando la máxima tranquilidad para la entregada madre. Dada la positiva evolución, ya se ha realizado la rutinaria primera revisión veterinaria que incluye la identificación del animal con microchip y crotal y se ha confirmado que se trata de una hembra.
Si todo sigue según lo previsto, la próxima semana ya podremos ver cómo destaca la preciosa blesbok entre jirafas, diferentes especies de antílopes como impalas, Kobos o gacelas Thomson y exóticas aves como los jabirús, la cerceta del Cabo o los ibis sagrados. La chivita es fácilmente reconocible por su color crema mucho más claro que los adultos, que presentan un intenso tono marrón rojizo. La pequeña continuará sus correteos por toda la pradera imitando a sus “hermanos” y siempre bajo la atenta mirada de la madre que seguirá brindándole todas las atenciones durante un tiempo.
El grupo de blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi) de Bioparc está formado por diez individuos: un macho, cuatro hembras adultas y cinco crías y con este último parto se concluye el ciclo anual de nacimientos. Participa activamente en el programa internacional para su conservación (ESB) con varios nacimientos cada año que, al llegar a adultos, se trasladan a otros parques para continuar el proceso de preservación de la especie. Este antílope está incluido en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) en estos momentos catalogado como “Preocupación menor”. Estuvo al borde de la extinción en el siglo XIX, cuando resultaba un atractivo trofeo en las cacerías masivas. El número total llegó a ser crítico, con unos 2.000 individuos. La alarma internacional frente a esta situación y los esfuerzos por su preservación han motivado que ahora sea un ejemplo de exitosa recuperación, con una población de más de 55.000 individuos que sigue incrementándose.
Los blesbok se distinguen por las llamativas marcas blancas que vemos en sus rostros y por tener tanto los machos como las hembras unos cuernos largos y curvados con forma de lira.
Bioparc Valencia despide el verano con el nacimiento de un blesbok